Las Universidades en Chile Abren las Puertas para Hacer los Sueños Realidad

En Santo Tomás y otras instituciones, las carreras subsidiadas por el gobierno dan oportunidades a los estudiantes más vulnerables. 

La estudiante de Derecho, Daniela González, le cuenta a un grupo visitante cómo su educación, subsidiada por el gobierno chileno, la ha preparado para defender a las mujeres y los niños. 

La estudiante de Derecho, Daniela González, le cuenta a un grupo visitante cómo su educación, subsidiada por el gobierno chileno, la ha preparado para defender a las mujeres y los niños. 

Marlén Lefiqueo, quien forma parte de la comunidad indígena mapuche de Chile, se levanta a las 4 de la mañana para ir a estudiar. Su casa, ubicada en el campo al sur del país, se encuentra lejos del Centro de Formación Técnica Santo Tomás, donde asiste a clases de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena. Todos los días, ella camina largas distancias en la oscuridad de la madrugada, a menudo enfrentándose a mal tiempo, para hacer el viaje de dos horas en autobús que la lleva hasta su universidad en la ciudad de Temuco. 

"Lo importante es recibir una educación", afirma Lefiqueo, de 20 años. "Se trata de ascender y tener una mejor calidad de vida. Con un título de educación superior, tenemos más oportunidades laborales que serían más difíciles de conseguir con sólo un diploma de escuela secundaria”. Después de graduarse, ella espera establecer su propio negocio en la comunidad indígena mapuche. 

Financiar un título superior solía estar fuera del alcance de estudiantes como Lefiqueo y muchas familias en Chile, debido a unos costes históricamente elevados. La falta de acceso a un título de educación superior ha empeorado las limitadas oportunidades de movilidad social en Chile, que tiene el segundo índice más alto de desigualdad social de la OCDE. 

"La educación solía considerarse un privilegio, pero el gobierno de Chile ha creado iniciativas para aumentar el acceso a la educación superior", destaca Alfonso García Mora, vicepresidente de IFC para Europa, América Latina y el Caribe. 

Uno de esos programas es Gratuidad, que ofrece financiación subvencionada a los estudiantes más vulnerables, como Lefiqueo, en instituciones certificadas como la Universidad Santo Tomás, la cual incluye un Instituto Profesional y un Centro de Formación Técnica. El apoyo de IFC ha permitido a Santo Tomás potenciar el desarrollo de nuevas sedes, ampliar y mejorar las instalaciones existentes e implementar nuevas infraestructuras de tecnología de la información (TI). 

En los 22 campus de Santo Tomás en todo el país, el 69,9 % de los estudiantes son beneficiarios de Gratuidad. Entre los campus hay varios situados en zonas rurales, y un elevado porcentaje de los 90.000 estudiantes de Santo Tomás proceden de los sectores más desfavorecidos. 

Video de Erick Escobar. 

Después de graduarse, Marlén Lefiqueo espera abrir un negocio en la comunidad indígena mapuche de Chile. 

Después de graduarse, Marlén Lefiqueo espera abrir un negocio en la comunidad indígena mapuche de Chile. 

Oportunidades para dar el paso

Un mayor acceso e inclusión en la educación han allanado el camino para que primeras generaciones de familias chilenas asistan a la universidad, como Daniela González, de 23 años, beneficiaria de Gratuidad que está por graduarse en Derecho. "La vida universitaria me ha brindado oportunidades invaluables de crecimiento personal. He desarrollado habilidades interpersonales como el liderazgo y la comunicación, que son cruciales para mi carrera y vida diaria", asegura. 

Daniela González, beneficiaria de Gratuidad, es la primera persona de su familia en asistir a la universidad. 

Daniela González, beneficiaria de Gratuidad, es la primera persona de su familia en asistir a la universidad. 

Sin el apoyo del Estado, Daniela no habría tenido la oportunidad de continuar sus estudios y convertirse en abogada. “Me encantaría defender a las familias y a las mujeres trabajadoras; y defender los derechos de las mujeres en Chile y en el mundo. Creo que el papel de la mujer en la sociedad es increíblemente importante y merecedor de protección política y legal”. 

Santo Tomás desempeña un papel clave en el desarrollo de Chile, según Juan Pablo Guzmán, Rector Nacional del Centro de Formación Técnica e Instituto Profesional Santo Tomás. “Estamos construyendo el futuro del país y de nuestra sociedad”, afirma. "Dado el compromiso de la IFC con las inversiones de impacto en la educación superior, estaba claro que teníamos que trabajar juntos". 

Alfonso García Mora, al centro, y Juan Pablo Guzmán, a la derecha, respondiendo a las historias de los estudiantes en un evento en Santo Tomás. 

Alfonso García Mora, al centro, y Juan Pablo Guzmán, a la derecha, respondiendo a las historias de los estudiantes en un evento en Santo Tomás. 

Desafiando la desigualdad 

A lo largo de 40 años, más de 290.000 estudiantes se han graduado de Santo Tomás. Durante este período, la democratización de la enseñanza superior ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de la movilidad social y el desmantelamiento de barreras que antes impedían el progreso de las comunidades marginadas del país. 

La inversión social del gobierno desde la década de los noventa ha tenido como objetivo abordar esta desigualdad. La proporción del ingreso total entre el 20 por ciento más rico y el 20 por ciento más pobre se ha disminuido de 14 a 7,6 por ciento. Sin embargo, pese a los notables avances en la reducción de la pobreza mediante políticas sociales, como la educación, alrededor de 2,5 millones de chilenos aún viven en la pobreza, y sigue habiendo una desigualdad alta y una movilidad social limitada. 

"La inversión de Chile en educación superior no es simplemente un compromiso con el presente; es una inversión audaz en el futuro. Somos testigos del poder transformador de la educación, por lo que reforzamos nuestra dedicación a fomentar el talento, impulsar la innovación y dar forma a un futuro en el que Chile prospere. en el escenario global”, añade García Mora. 

“Sueño con una carrera académica, ser profesora y dedicarme a la investigación en salud mental", dice la estudiante de psicología Javiera Núñez. 

“Sueño con una carrera académica, ser profesora y dedicarme a la investigación en salud mental", dice la estudiante de psicología Javiera Núñez. 

"Estudiar en la universidad me ha transformado en el sentido de que no solo busco sobresalir académicamente o convertirme en un profesional capacitado, sino también desarrollarme como una buena persona, actuar con integridad y verdad", dice el estudiante de derecho Jarold López. 

"Estudiar en la universidad me ha transformado en el sentido de que no solo busco sobresalir académicamente o convertirme en un profesional capacitado, sino también desarrollarme como una buena persona, actuar con integridad y verdad", dice el estudiante de derecho Jarold López. 

Felipe Erices, estudiante de Ingeniería en Administración de Empresas y padre de un niño de un año, carga con la responsabilidad de administrar el negocio familiar, su única fuente de ingresos. 

Felipe Erices, estudiante de Ingeniería en Administración de Empresas y padre de un niño de un año, carga con la responsabilidad de administrar el negocio familiar, su única fuente de ingresos. 

Un tiempo "transformador" 

Para Francisco Videla, su experiencia en Santo Tomás, de donde se graduó hace 15 años, le ofreció la oportunidad de mejorar su vida. “Mi tiempo en Santo Tomás fue transformador”, reflexiona. Asistió a la universidad antes de que estuviera disponible la Gratuidad, por lo que, como muchos chilenos, recurrió a un préstamo estudiantil de un banco comercial. 

Como académico y emprendedor, Videla valora la educación que recibió, así como la diversidad entre los estudiantes. “Me di cuenta de que mis compañeros de clase provenían de diversos orígenes: algunos con recursos, otros sin ellos y algunos estudiantes de primera generación de diferentes regiones del país. Esta diversidad me enseñó lecciones invaluables sobre cómo ver las cosas desde diferentes perspectivas [y que] no existe un solo camino hacia el éxito. [Mi educación] me empujó a pensar con originalidad”. 

Ésta ha sido la misión de Santo Tomás desde el principio, confirma Guzmán. “La educación de calidad y asequible es la base de una sociedad sana, en convivencia, donde existe la justicia y verdadera igualdad de oportunidades”. 

Francisco Videla egresó de la Universidad Santo Tomás hace 15 años y todavía valora la diversidad entre sus compañeros y la exposición a diferentes realidades. 

Francisco Videla egresó de la Universidad Santo Tomás hace 15 años y todavía valora la diversidad entre sus compañeros y la exposición a diferentes realidades.