Por Mauricio González Lara
CIUDAD DE MÉXICO. “El hombre hace planes y Dios se ríe de ellos”, reza un antiguo proverbio ídish. La industria de los eventos en vivo constató la veracidad de estas palabras cuando la pandemia de COVID-19 llegó a México en 2020.
Basta con preguntarle a Diego Jiménez Labora.
Jiménez Labora es el fundador y director del festival Ceremonia, donde se han han presentado artistas legendarios y bien establecidos como Massive Attack, Bjork, Underworld y Beck, así como nuevos artistas (St. Vincent, James Blake y Arca). A raíz de la pandemia, sin embargo, se suspendieron todas las reuniones masivas y los eventos en vivo.
“Lo peor fue superar ese instante en el que comprendimos que la pandemia iba a durar muchos años y no solo algunos meses”, dijo Jiménez Labora. “La incertidumbre era casi insoportable”.
La incertidumbre ha terminado, al menos por el momento, y tras un paréntesis de dos años, la demanda de espectáculos en vivo en México es enorme. La situación, no obstante, dista de ser la misma que imperaba en 2019. Se ha producido un gran cambio: a diferencia de otros años, en los que la mayoría de los espectáculos eran presentaciones de artistas rock y pop provenientes de países de habla inglesa, los eventos masivos de esta primavera y verano se caracterizan por una amplia gama de artistas latinoamericanos y ritmos urbanos, un cambio cultural que evidencia la aparición de las industrias creativas de América Latina.
Reconstrucción
Jiménez Labora, que se desempeña como promotor musical desde 2005 y es director de ECO Live (el grupo que organiza el festival Trópico, RadioBosque y la edición mexicana de Sónar, el renombrado evento europeo de música electrónica), fue uno de los numerosos miembros de la industria musical que sufrieron pérdidas durante la pandemia.
En el Informe sobre la industria del entretenimiento y los medios de comunicación 2020 (i), PricewaterhouseCoopers (PWC) señaló que, en 2019, los ingresos por conciertos en México habían ascendido a unos USD 225 millones y pronosticó que aumentarían a USD 276 millones en 2020. Desafortunadamente, según la edición de 2021 (i) del mencionado informe, en el segmento de música en vivo se registró una caída del 77,9 % en 2020. Asimismo, PWC calcula que la industria musical (grabaciones y espectáculos en vivo) de México generó ingresos por valor de USD 814,64 millones durante 2021.
El rapero puertorriqueño Residente en el Festival Vive Latino 2022. Foto de Toni Francois.
A raíz de la pandemia, también se suspendió una importante negociación.
En julio de 2019, Live Nation, la principal empresa de espectáculos en vivo a nivel mundial, anunció su intención de adquirir una participación mayoritaria, el 51 %, en la promotora latinoamericana OCESA Entretenimiento, la propietaria de Ticketmaster México y un gigante en el mundo de los conciertos que promueve, cada año, más de 3100 eventos para alrededor de 6 millones de espectadores en México y Colombia. Compañía Interamericana de Entretenimiento (CIE), la propietaria original de OCESA, mantendría el control del 41 % restante. Ticketmaster México es la principal compañía de venta de entradas en México y, antes de la pandemia, vendía unos 20 millones de entradas por año (i).
Tras la suspensión de las negociaciones en 2020, Live Nation concretó la adquisición (i) en 2021. Si bien lograr una plena recuperación llevará tiempo, las primeras señales son alentadoras: gracias al éxito de los festivales Vive Latino y Electronic Daisy Carnival (EDC) y los conciertos de Coldplay en Guadalajara y Monterrey, este año los resultados de OCESA son sólidos.
“El desempeño financiero de OCESA durante el trimestre superó sus resultados de 2019. Se prevé que, este año, la asistencia a nuestros conciertos en América Latina llegará a una cifra récord”, declaró Michael Rapino, director ejecutivo de Live Nation, durante la presentación de los resultados de su empresa correspondientes al primer trimestre de 2022 (i).
El entusiasmo es palpable. La edición más reciente de Ceremonia, llevada a cabo en abril de 2022, convocó a alrededor de 32,000 personas.
Ceremonia está en buena compañía. “Básicamente, las entradas para todos los eventos de 2022 están agotadas, o quedan muy pocas. Creo que, en algún momento, el interés comenzará a disminuir pero, por ahora, el negocio está pujante”, dijo Jiménez Labora.
¿El mejor público del mundo?
En México, decimos de manera obsesiva que somos “el mejor público del mundo”. Toda persona ávida por asistir a conciertos sabe que esa idea puede tener consecuencias imprevistas. Debido a que muchos mexicanos equiparan los gritos con la pasión, en muchos conciertos parece que las interpretaciones de los artistas son el elemento menos importante del evento. En vez de escuchar, el público, que quiere estar a la altura de nuestra reputación, grita.
Presentado por OCESA, el multitudinario Festival Vive Latino reúne a artistas de toda América Latina y España. Foto por: Toni Francois
La sincronización es fundamental: las pausas entre las canciones son la señal para gritar lo más fuerte posible. Una vez que comienza la música, los asistentes comienzan a comportarse como lo hacían en la escuela secundaria, cuando el profesor se daba vuelta para escribir en el pizarrón: se mueven agitadamente, se toman docenas de selfis y gritan por más “chelas” (cervezas).
Independientemente de lo que puedan pensar las personas que no participan en estos eventos, los mexicanos tienen una profunda afinidad social con la música en vivo. Hace tres décadas, la industria de los conciertos era casi una empresa ilegal, pues una combinación de conservadurismo moral y proteccionismo económico bloqueaba las posibilidades de disfrutar de la música joven y de llevar artistas a México. Ahora, los conciertos son un sinónimo de libertad y apertura.
Los Rolling Stones en el Foro Sol, antes de la pandemia. Foto por: Toni Francois
Toni Francois, una afamada fotógrafa, ha sido una testigo privilegiada de esta efervescencia cultural. Su sitio web, Tono TV, es una biblioteca visual del modo en que la cultura de los jóvenes mexicanos celebra la música, tanto la extranjera como la local.
Debido a que es una persona influyente, pues tiene muchísimos seguidores en las redes sociales, Francois logró generar ingresos durante la pandemia a través de colaboraciones con firmas de marca y haciendo otras sesiones de fotos. Su principal interés es el carisma del artista y la energía del público. No sorprende, por lo tanto, que haya captado de inmediato la creciente importancia de los artistas urbanos latinoamericanos en los últimos años.
“Cuando Bad Bunny visitó México por primera vez, fui la única fotógrafa que registró el evento”, dijo Toni. “Todos afirmaban que no era un músico verdadero, pero eso era lo que me fascinaba. Estaba convencida de que Bad Bunny se convertiría en una superestrella. Ahora es un icono mundial que puede llenar el estadio Azteca en un par de horas”.
Jiménez Labora también está entusiasmado por la afluencia de artistas latinoamericanos que está definiendo la industria musical: “El festival Ceremonia es una muestra de lo que está sucediendo en la actualidad, así que este año decidimos presentar a varios artistas, entre ellos C. Tangana, Natanael Cano, Nicki Nicole y Tainy. La presentación de Rosalía fue un éxito enorme durante nuestro espectáculo de 2019, pero en esta oportunidad los artistas latinoamericanos se presentaron en todos los lugares. Son fabulosos. ¡Basta con mirar el puesto que ocupan en las listas!”.
El grupo sudafricano de hip hop Die Antwoord en el Festival Corona Capital en la Ciudad de México. Foto de Toni Francois
El mismo fin de semana que se realizó el festival Ceremonia 2022, una amplia gama de artistas, como Los Punsetes, A-HA, DJ Sasha, Él mato a un policía motorizado y Coldplay, se presentaron en la Ciudad de México. Tanto si actúa una banda de rock como un conjunto de reguetón, algo es seguro: a los mexicanos les encanta participar en un ritual colectivo que les permite reconectarse con una parte fundamental de nuestra esencia como seres humanos.
La música en vivo ha regresado, amigos, y nosotros también.
Mauricio González Lara se desempeña como oficial de Comunicaciones de IFC en la Ciudad de México.
Publicado en junio de 2022