Interview

Entrevista con Jonathan Olsberg

mayo 6, 2024
Jonathan Olsberg, fundador y presidente ejecutivo de Olsberg•SPI. Jonathan Olsberg, fundador y presidente ejecutivo de Olsberg•SPI.

Liberar el potencial de las industrias creativas

Las industrias creativas obtienen cada vez más reconocimiento de los responsables de formular políticas y el sector privado como impulsoras del crecimiento y empleo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2021), las industrias creativas generan ingresos de aproximadamente USD 4200 millones, con un efecto multiplicador estimado de 2,5 veces a través de impactos directos e inducidos. Sin embargo, se reconoce ampliamente que no se ha alcanzado el máximo potencial en muchos países donde estas industrias están subdesarrolladas. Para respaldar el desarrollo del sector de las industrias creativas, la Corporación Financiera Internacional (IFC) moviliza financiamiento para el sector privado y asesoramiento y diálogo sobre políticas con los Gobiernos.

Durante las Reuniones Anuales de 2023, IFC organizó un interesante panel de debate titulado “Liberar el potencial de las industrias creativas”. Después del evento en vivo, Jonathan Olsberg, fundador y presidente ejecutivo de Olsberg•SPI, una empresa de consultoría para industrias creativas con sede en Londres, especializada en el sector mundial de contenido de pantalla, habló con IFC para ofrecer más información y seguir desarrollando el conjunto de conocimientos dentro del espacio.

Las producciones cinematográficas se están trasladando a nuevas ubicaciones, fuera de Hollywood y otros lugares populares tradicionales. ¿Qué tendencias ha observado a nivel mundial?

Es importante mencionar que, en los últimos años, los Gobiernos de todo el mundo reconocieron la importancia de la industria de producción televisiva y cinematográfica en el impulso del crecimiento económico, la creación de empleo, el fomento de oportunidades turísticas vinculadas a las pantallas, y una serie de otros beneficios económicos y estratégicos.

Observamos que, durante la pandemia, muchas jurisdicciones optaron por ampliar o fomentar sus incentivos a la producción y sus estrategias globales de comercialización, en espera de un reinicio del sector y tras comprender que se trata de una industria que crece rápidamente cuando surgen oportunidades. Estos incentivos son un instrumento normativo popular e importante para el crecimiento del sector.

Este interés también surge a partir de la tendencia general de los consumidores a ver más contenido de pantalla en sus hogares a través de emisoras y plataformas de transmisión de videos bajo demanda, ya que la capacidad de las personas de consumir contenido con más rapidez significa que el ritmo de producción debe mantenerse.

La industria de producción de contenido de pantalla sigue mostrando resiliencia. Los mercados desarrollados ofrecen una combinación convincente de incentivos, experiencia en producción, instalaciones de vanguardia y una cadena de suministro consolidada, mientras que los sectores en desarrollo tienen la oportunidad de crear la base sólida de un sector de contenido de pantalla saludable y sostenible para competir con jurisdicciones más maduras y obtener los diversos beneficios de esta industria.

Nigeria y muchos otros países africanos están interesados en convertirse en centros cinematográficos regionales e internacionales. ¿Cómo se encuadra África en estas tendencias de producción mundiales?

La tendencia más notoria es el interés de las plataformas de streaming, como Netflix y otras, por contratar o adquirir contenido original en idioma local para ofrecer en sus plataformas, con algunos éxitos brillantes. Las plataformas de streaming han reconocido que estos tipos de producción atraen a millones de personas, tanto en África como en la diáspora, lo que incide positivamente en sus bases de suscriptores. El largometraje La libreta negra (2023) en Netflix es un excelente ejemplo; se filmó en Lagos y lleva los procesos cinematográficos de estilo internacional a los ecosistemas de producción local, y surge una nueva combinación de producción cinematográfica.

Esto se condice con los anuncios de muchas de estas empresas de invertir más en África, lo que debería fomentar un mayor crecimiento en los próximos años.

Se trata de un entorno aún inestable, hasta que Hollywood resuelva su recuperación de las huelgas, la inflación y las tasas de interés, entre otros temas. Una vez que esto se estabilice, seguimos creyendo que estos países serán valiosos para las plataformas de streaming.

¿Qué factores hacen que una ubicación sea atractiva para los encargados de tomar decisiones en las industrias creativas que buscan iniciar una nueva producción?

Hay cuatro puntos principales que las ubicaciones deben tener en cuenta si desean atraer más producciones cinematográficas.

En primer lugar, se debe contar con un incentivo a la producción automático eficaz y confiable. Esta es una consideración importante durante el proceso de selección de los lugares de filmación y puede ayudar a atraer nuevas producciones.

En segundo lugar, las producciones requieren una fuerza laboral con suficiente experiencia y capacidad para prestar servicio a las producciones. Sin personal calificado, los productores no podrán filmar en estos lugares.

La infraestructura es un tercer factor. La ubicación debe tener una infraestructura física, proveedores y servicios preparados para el mercado para poner en marcha la producción.

Finalmente, debe existir un entorno de producción que favorezca el rodaje de películas, que ofrezca un sistema de regulaciones simplificado, eficiente y transparente; esto incluye la creación de una comisión cinematográfica con suficientes recursos para que actué como representante gubernamental del sector, que pueda facilitar las producciones mientras se trabaja en el lugar.

Su empresa les recomendó a muchos países que ofrecieran incentivos fiscales a las producciones cinematográficas y televisivas. ¿Cuáles son algunas mejores prácticas en relación con los incentivos?

La estructura y el proceso de un sistema de incentivos deben ser simples y claros para los productores nacionales e internacionales, y se debe utilizar un modelo conocido y probado, como un reembolso o un crédito tributario. Es importante que el incentivo funcione de manera predecible y según lo descrito, y los administradores deben responder a los productores y recomendar posibles proyectos sobre estructuras que permitan acceder al incentivo. Lo ideal es que los presupuestos para incentivos no tengan límites y que los pagos no dependan de los derechos de uso compartido del productor original.

También se deben tener en cuenta las directrices y la legislación. Estas deben ofrecer certezas en todas las áreas de elegibilidad, sin subjetividad, mientras que los plazos para la solicitud, la respuesta y el pago deben detallarse claramente. Además, las directrices no deben tener requisitos adicionales onerosos, como la censura o la aprobación del guion o metraje, obligaciones en materia de derechos y requisitos promocionales excesivos o no especificados. Los sistemas pueden pagar a un productor local o internacional, pero el pago debe hacerse sin demoras y tal como se describa en las directrices.

Dicho todo esto, es importante destacar que, ante todo, es una señal de que el país está abierto a los negocios y dispuesto a apoyar a las producciones que decidan establecerse allí. Técnicamente, el propósito es reducir el costo de producción, y esto es pertinente sobre todo cuando los costos locales son superiores al promedio.